jueves, 14 de septiembre de 2023

The thing is, that's where we grew up!

Iztapalapa 19?? - 2016 
 My older brother sent me photos of our grandparents' house after it had been demolished... 

 My grandparents occupied that house at the beginning of the 20th century. 
 My great-grandmother was San Lucas Church's Priest friend in Iztapalapa, Mexico city; She got more than just good conversations since my grandmother Cande and my grandfather Emilio arrived there, after getting married. 
  In that house the kitchen was bigger than bedrooms and barely smaller than the living room.

 

  It had 4 large pots, a large space for pots and pans; she always provided full service; door had colored glass that let natural light in. 
  Its hardware was difficult to wash but gave him a good and warm view. 
   At the entrance on the red floor were three fifths coins for lucky.
   There was a large square table used to making the "Pan de Muerto" bread and my grandmother's shelf was full of various models of tableware from that time. 
   There was a little glass with a handle that my mother bought her when things were getting harder to her and we served her warm apple soda... 
   My grandfather had his land and a very complete store for its time, in fact, he was one of the first to have selling liquor permission, so beer was the main magnet to everyone for making a mandatory stop to greet " Tío Güero ". 
  " Los Tres Quintos " was where we entered instead of using the hallway, we greeted my grandfather with a kiss on the hand and helped him sell (and consume). 
  Whenever we were missing something for lunch we just went to the store, except for tortillas or bread, they had everything
   When my grandfather died it was closed and things were given away at every monthly Mass until the end of that year. He always had enough for everyone. There was a huge stone outside that served as a bench for everyone who gathered to drink and talk about the day and family things. 
   You shouldn't take anything without having delivered there, having had to sort the boxes of soda, the bags of rice or help with something.


   That space later became the garage for a car. The original land was about triple what is left now; My Grandmother gave some land to uncles, cousins ​​and others when the scriptures were not so required and the word took on much more weight; At least we grew up in a fenced house, where the neighbors still had cows in what they later adapted as their kitchen... 
   She was generous, it was enough for some woman who had taken a bad step and who had no resources to look for her, to take care of, or to finish her pregnant's care. 
   I don't know if anyone counted how many people were born there. It wasn't even necessary for them to be family... that's why many residents of the area called them " Uncles ." 
   I also don't know how many they baptized. 
   Tradition said that if someone arrived and greeted them as uncles, then they were also "our" uncles or cousins.  There are many family members without the need for common surnames. 
   There was always family in the house. 
   My Grands' celebrations were true social gatherings where family and friends arrived days in advance; Food was prepared for breakfast, lunch, dinner and giving the itacate ... (with food and tuppers!) to everyone who helped to cook, clean or serve. 
   Grandmother was very devoted to the Church and sent us to ask for cooperation to religious festivals, pilgrimages, brotherhoods and of course: Las Posadas! If there is something that we learned without realizing it, it was sharing the celebrations with all kind of people; preparing bags of candy, lining up for the piñata and eagerly waiting until we could eat fruit from the Day of the Dead Offering; without wanting to eat anything but those breads that smelled so delicious!
   Many things happened in that house that filled with happiness our childhood.

martes, 12 de abril de 2016

Es que, ¡ahí crecimos!

   Iztapalapa 19?? - 2016
  Mi hermanito me mandó fotos de la casa de los abuelos luego de haber sido demolida...
  Esa casa la ocuparon mis abuelos a principios del siglo XX.
  Mi bisabuela era amiga de los padres de la Iglesia de San Lucas en Iztapalapa; se llevó algo más que buenas terturlias ya que mi abuela Cande y mi abuelo Emilio llegaron ahí después de casarse.
  En esa casa la cocina era más grande que las recámaras y apenas más chica que la Sala.

  Tenía 4 ornillas grandes,un gran espacio para las cazuelas y ollas; sin ser del tipo poblana, siempre brindó servicio completo; la puerta tenía vidrios de colores que dejaban pasar muy bien la luz natural. Sus herrajes eran difíciles de lavar pero le daban buena vista.
  A la entrada sobre el cemento rojo estaban tres quintos.
  Había una gran mesa cuadrada que era donde hacían el pan de Muerto y la estantería de mi abuela estaba llena varios modelos de vajillas de la época.
  Por ahí andaba un vasito con asa que mi mamá le compró cuando ya le pesaban las cosas y en donde le servíamos su refresco de manzana tibio...

  Mi abuelo tenía sus tierras y una tienda muy completa para su época, es más, fue de las primeras en tener permiso para venta de licor, así que la cerveza era el imán para que todos hicieran una parada obligatoria para saludar al "Tío Güero".
  La tienda "Los Tres Quintos" era por donde entrábamos en lugar de usar el zaguán, saludábamos de beso en la mano a mi abuelo y le ayudábamos a despachar (y a consumir). Siempre que faltaba algo para la comida sólo ibamos por eso a la tienda, salvo tortillas o pan, tenía de todo.
  Cuando murió mi abuelo se terminó de cerrar y se regalaron cosas en cada misa hasta el cabo de año. Siempre alcanzó para todos.
  Había una piedra enorme afuera que servía de banca para todos los que se reunían a beber, a platicar del día y de las cosas.
  No debías tomar nada sin haber despachado ahí, haber tenido que ordenar las cajas de refresco, las bolsas de arroz o ayudar en algo. Ese espacio luego se convirtió en el garage para el auto.

  El terreno original era como el triple de lo que quedó ahora; mi Abuela les dio unas tierritas a tíos, primos y otros más cuando eso de las escrituras no era tan requerido y la palabra tomaba mucho más peso; al menos nosotros crecimos ya en una casa cercada, donde los vecinos aún tenían vacas en lo que luego adaptaron como su cocina...
  Ella fue generosa, bastaba que la buscara alguna mujer que había dado un mal paso y que no tenía recursos para que se la llevara a la casa a terminar su cuidado. No sé si alguien contó cuántas personas nacieron ahí. Ni siquiera era necesario que fueran de la familia... por eso muchos habitantes de la zona les llamaban "Tíos". Tampoco sé a cuántos bautizaron.
  La tradición decía que si llegaba alguien y los saludaba de tíos, entonces también eran nuestros tíos o primos. Somos muchos sin necesidad de apellidos comunes. 

  Siempre hubo familia en la casa.
  Los festejos de su santo o del Abuelo eran verdaderas reuniones sociales donde llegaba familia desde días antes; se preparaba comida para desayunar, comer, cenar y dar el itacate... (con todo y ¡cazuelas!) a cada el que ayudaba.
  Ella fue muy devota de la Iglesia y nos mandaba a pedir cooperación para todas las fiestas religiosas, las peregrinaciones, las cofradías y claro: ¡Las Posadas!
  Si hay algo que aprendimos sin darnos cuenta, fue compartir con todo tipo de gente las celebraciones; preparar bolsas de dulces, hacer fila para la piñata y esperar con ansías que ya pudieramos tomar fruta de la Ofrenda de Día de Muertos; ¡sin querer comer nada más que esos panes que olían tan rico!

  En esa casa pasaron muchas cosas que nos llenaron la niñez de Felicidad.
 

  Cuando se abrían las dos puertas del Zaguán seguro era por una fiesta, para que pasaran los estandartes de los Santitos, para que entraran los músicos o salieran las cazuelas de comida si es que acaso nos prestaban el patio de otra casa para que pudiéramos atender a todas las visitas.
  Había un lavadero enorme que llegó a darle espacio a la lavadora y luego a una bomba de agua cuando empezó a faltar el agua. Estaba la pileta de no sé cuantos litros para que de una sola pasada se lograran lavar los trastes de la comida.
  Ahí estaba grabada la fecha de la casa.
 

  Las dos jardineras del patio tenían plantas por todos lados: helechos, ruda, santa maría, manzanilla...; la que aún queda tiene la granada y la higuera; una en particular se convirtió en el cementerio oficial de nuestras mascotas.
  Nunca faltaron las arañas, lagartijas, mariposas, pájaros y a veces gorriones en ese patio.
  Nuestros perros y gatos se divertían ahí sin gran necesidad de juguetes o cualquier otra cosa.
  Nos encantaba tomar el sol usándolos de almohada, o corretearlos para que se dejaran bañar.
  Una vez, Todd, el gran gato blanco de la casa, se peleó con varios gatos y no se dejaba atrapar ya que defendía su territorio. Nos dieron más de la diez de la noche hasta que lo acorralaron entre la azotea y el árbol de la entrada.
  El pasillo, en sus tiempos de gloria estaba lleno de diversas flores y en sus esquinas tenía nidos de Golondrinas que llegaban cada año sin falta hasta poco antes de que mueriera mi abuela.
  Yo me llegué a quedar algunas veces con ella y había que rezar un montón en la mañana, pero más en las noches... porque esa podría ser la última noche... creo que por ahí andan algunos de sus libritos de rezos.
  Siempre dormía poco porque los pajaros no dejaban de hacer ruido y los gallos de los vecinos desde las 5 empezaban a cantar.
  Era amanecer, dar gracias, comer algo y dar de comer a los animales, luego ir al mercado para empezar a hacer la comida... sólo después de comer, jugar.

  Había un solo baño pero bastaba para todos, rescataron un par de los azulejos. Es que antes las cosas duraban más.
  Existe aún el cuartito que dijo mi abuela que era para uno de nosotros; alguna vez nos empezaron a contar porque regaló un monton de tierra y empezamos a dividirnos nuestros cachitos...  :)

  La sala era enorme y nos encantaba jugar ahí.  Tenía una consola con tocadiscos hermoso, con radio AM y FM donde poníamos nuestros discos o los de Pedro Vargas que era la adoración de mi abuela; a mi abuelo le gustaban los Xochimilcas... a ambos, la Polka.
  Esa consola se convirtió en nuestra conexión con la música de todos los géneros y por eso nuestros viniles se estrenaban ahí una y otra vez.

  La última remodelación grande fue para el cabo de año de mi Abuelo, quedó como la recordábamos todos y fue muy especial, pero el tiempo cobra caro las facturas.
 
  Después de que llegó mi hermano mayor se instaló en la casa chica donde vivieron mis primos antes de irse.
  Ese lugar también tuvo sus momentos y sus historias.
  Ahí llegaron mis amigos de la carrera; tuvimos tardes de tareas, trabajos y fiestas.
  Su espacio de juego se convirtió en nuestro espacio de aprendizaje.
  Armamos más de 5 tesis en su computadora y de ahí salté del Periodismo a Sistemas...
  Vivió mi hermano mucho tiempo allá; se aventó a hacer sus propios libreros, ir comprando sus cosas; formado su vida. De ahí salió para casarse.

  ¡Gracias de verdad por tantos días de SOL!

  Esa casa también tuvo momentos tristes, sus rincones nos escucharon llorar cuando faltaron los abuelos, los tíos abuelos, los primos... cuando empezaron las rupturas entre la familia.
  Resistió los sismos del 85 y sus cimientos podrán ser aprovechados para el nuevo proyecto que hay en puerta.  Ya no estará el pasillo donde poníamos las filas de mesas en las reuniones, ya no hay lugar para colgar las piñatas o tender la alfombra luego de lavarla...

  Ahí quedaron guardadas las sonrisas con los amigos y la familia que han partido.
  Cuando tuve que ir para empezar a revisar mis cosas me encontré con muchos fragmentos de mi niñez y mi adolescencia.
  Volví a ver mis cartas de Julia y mis amigas. Encontré fotos de la prepa, la carrera y mis cartas de cumpleaños. Vi fotos de mi amigo José y sólo me solté a llorar.
  Recordé de golpe cuántas personas quise y cuánto amor tengo de aquellos que me quisieron tanto.
  Entendí que no tuve porqué perder el rumbo ya que siempre tuve tanto cariño, cada carta tenía parte de esos momentos. Muchas emociones que entender y agradecer...
  Lloré sin duda al tener que seleccionar qué tirar y qué no. No terminé de seleccionar todo.
  No puedo renunciar a todo, porque mucho de eso es la base de cómo crecí y de cómo soy ahora.
  Hice negociaciones con mi tío para conservar mis viniles, mis cajas de cassetes y Videos VHS. La gran cantidad de música que me acompañó por años, los videos donde grabamos las tareas y ¡nuestro video de Generación!

  Me enfermé de nostalgia, pero también me di cuenta de qué afortunada fui al crecer con toda la familia que también vivió y disfrutó en casa de los abuelos.

  Demolerla es el principio de algo que no sabemos cómo termine, pero ha comenzado con esta necesidad de dar gracias y rendirle homenaje al lugar de mi niñez y adolescencia.

  Aún tiene un par de pilares; los cimientos, si son suficientemente sólidos, van a servir para el nuevo proyecto. Sería otra lección de nuestro abuelo a quien le gustaba hacer las cosas BIEN.

  Tendríamos que hacer una reunión de Primos para contarle a nuestros sobrinos y amigos las historias de esa casa...

  Confío en que pronto lloverá para que la Granada vuelva a florecer y llevemos la primera y más bonita como ofrenda al Niño Dios de mi abuela. Solo nos resta guardar los mejores momentos.

  Recordé esas frases de "Liberación de aquello que nos ata al pasado"...
 
  Tengo que dejar ir para también Dejar Llegar...
 

lunes, 2 de noviembre de 2015

2 de Noviembre 2005 - 2015

Día de Muertos, 2 de Noviembre

Gracias por volver cada año,
  Gracias por las lecciones que nos comparten,
    


sábado, 2 de noviembre de 2013

sábado, 28 de septiembre de 2013

Ayudar nos libera

  México tiene sus momentos de verdad, cuando la naturaleza pasa por encima de índices económicos y metas gubernamentales, cualquier caos puede reordenar las cosas y hacernos volver para valorar la vida.  
  Manuel e Ingrid repitieron casi 50 años después la particularidad de ser dos huracanes en tocar tierra al mismo tiempo, uno por el lado del Pacífico y el otro por el Atlántico.

  Las épocas de lluvia nos dan buenas cosechas, nos renuevan y limpian las calles, los caminos, los valles... Pero en 2013 la cantidad de lluvia que llegó a caer en periodos de horas o días fue superior a 40% o 50% de lo que llueve en el año.


  La Pintada fue una comunidad pequeña que desapareció en más del 85%; las carreteras que conectan el Distrito Federal a Acapulco quedaron bloqueadas y dejaron a más de 40 mil turistas nacionales y extranjeros, dando el grito de forma literal.

 Apareció para todos un enemigo común: la poderosa y sabia Madre Naturaleza. Pedir ayuda para llevar comida a regiones aisladas despertó de nuevo a ese Yo interno que tenemos los mexicanos para compartir nuestro pan con los demás.

  Yo entiendo que nuestra confianza en el desempeño del gobierno no sea la mejor, pero aún agradezco que a pesar de una y mil historias oscuras que suceden cuando hay muchos recursos, esté el zócalo lleno de gente, equipos de diferentes organismos y manos dedicadas a armar despensa, empaquetar comida y enviarla.

 Las fotos de calles donde se viaja en lanchas, donde están cocodrilos amarrados, donde las palmeras parecen de papel y solo se ven los toldos de los coches, no son de una película. 

  Aunque los maestros siguen en sus marchas, el Zócalo y otros lugares como la Cruz Roja siguen pidiendo voluntarios para organizar la ayuda.

 Por eso, cuando recibí un correo explicando que hacían falta manos, me hice presente para dejar mi cacho de espalda en lo que me tocara hacer.

  Recordé que ayudar nos libera porque nos entretiene la cabeza en escuchar indicaciones, en buscarte un espacio donde no estorbes y en entender cómo es que funcionan las cosas.  

  Si fuera un deporte, diríamos que alguien diseñó una primera estrategia para hacer equipos y darles instrucciones hasta que terminen su tarea, porque a veces hay un mariscal de campo que levanta la voz y dice "¿cómo vamos?".
 Si fuera un sistema, podría ser como un socialismo temporal donde al que se tenga enfrente le mandan que empuje un carrito, que levante basura o que reparta agua para todos; porque además de vez en cuando, sacamos al pequeño dictador que tenemos dentro...
  Si fuese como un aeropuerto, veríamos familias enteras que llevan a sus pequeños a participar en lo que parece un juego, pero se lo toman como verdaderos profesionales. No faltaría el intelectual, el solitario y hasta el hipster que cargan cajas junto a un emo, o a una niña nice que te pregunta "Sigues teniendo de todo, ¿no?"

 De hecho, los primeros minutos sería un pequeño caos que tiene su propio encanto; como cuando entras a una disco donde todos están enfiestados y te sientes el nerd que no embona, pero que muere por bailar con alguien.

 Entonces, esa voluntad de haber ido, de ayudar y de "fluir" con los demás te lleva de la mano; de pronto, no importa que cargues cajas, que te raspes los dedos abriendo paquetes, que te des un par de golpes porque van a pasar con carritos y no caben en el mismo pasillo... empiezas a entender que como sea, eso de organizar la ayuda para armar las famosas despensas tiene su chiste.

  Seguro hacen falta ingenieros civiles que compartan procesos de armado, de embalaje, de almacenamiento y de distribución del espacio. Porque la lluvia inundó un par de veces las cajas que se dejaron a ras de suelo y no se tuvo un mapa que identifique qué hay en los contenedores...

  Se necesitan buenos choferes que sepan usar montacargas en medio de mesitas, basura y cajas medio abiertas sin lastimar a nadie. Si sabe cómo calcular y acomodar el número correcto de contenedores que tengan despensas para familia, despensas para bebés y despensas para albergues para que todo quepa en un trailer, sería nuestro ídolo.

 Tener criterio sigue siendo el factor de diferenciación, como dicen los administradores, porque si bien ya saben lo que debe llevar una despensa, deben pensar en cómo sustituir el azúcar por alguna otra cosa como mermeladas, cosas en almíbar, cajeta o chocolate...

 Cuando ya formas parte de la línea de producción, casi eres un veterano del proceso; si ya viste que las despensas de comida deben ser 90, mientras las de bebés 72 y que en alguna parte de los más de 50 contenedores sellados están las cosas que hacen falta...

 Por fin puedes empezar desde acarrear las cajas que arma un equipo hacia el lugar donde empiezan las 3 líneas de producción, hasta más o menos recordar qué orden lleva el armado porque por lo menos les llevaste insumos unas 3 horas para recordar que deben tener aceite, 3 tipos de granos, 2 sobres de algún tipo de precocido, azúcar, sal, 3 latas de conserva, galletas, sopas de pasta, leche; si hay espacio (y producto), té, chocolate, dulces, caldo de pollo, sopas crema, salsas, café...

 ¿Porqué esas cosas se definieron para las despensas?

 1- Ellos tienen años ayudando en este tipo de cosas y han aprendido que cuando recibes ayuda, podrías no tener agua, luz, gas, ni utencilios para cocinar; entonces, partiendo del tipo de situaciones las despensas pueden tener productos NO perecederos, latas abre fácil y el tipo de alimentos que puedan rendir lo más posible; por eso los granos son indispensables.
 El agua se reparte de forma separada ya que cada familia determina cuál usa para cocinar y cuál para consumo, por eso, la leche en polvo es más valorada que la entera, ya que además no va a requerir refrigeración después de prepararse.

  2- Las cajas de despensa no deberían tener cosas de vidrio además de que no pueden pesar más de cierta cantidad ya que algunas comunidades las reciben vía aérea y su contenido se podría romper. Por eso también los granos y el azúcar que no estaba en bolsas selladas, se ponían en doble bolsa para resistir un poco más; en general las cajas deben de evitar tener algo que se rompa o se moje.

 3- El tamaño importa porque la ayuda se divide entre la que se entrega a familias que casi perdieron todo, pero aún están en sus casas, de las que están en albergues y a quienes se les debe ayudar con empaques grandes, ya que se presume que se va a cocinar para ellos a granel; por eso las latas mayores a 500 gr, los kilos mayores a 2 y los envases muy grandes, se separan de la cajitas.
 4- Como se ayuda en diferentes regiones cuyas costumbres y tipos de alimentación no se conocen, cosas como ostiones ahumados, productos dietéticos, o alguna otra cosa que pudieran no comer o ni siquiera saber cómo se prepara, se apartan de las despensas. 

 5- Cada tipo de producto refleja el tipo de alimentación base para sobrevivir; pero a pesar del envío oportuno, cada municipio genera su propio sistema de entrega, así que las cajas podrían estar almacenadas SEMANAS, por eso no es posible hacer llegar fruta fresca, carne o algún otro alimento que genere gusanos, moscos, hongos o bacterias...

 6- Cuando algo se rompe, si hay una cinta cerca se parcha y a veces, para tratar de rescatar el producto, parece un enorme curita mal puesto, pero es parte del esfuerzo de no tirar azúcar, arroz, frijoles ú otro producto cuya bolsa o envase se desgarró.
 Así que aprender de los desastres ha creado toda una serie de razones para que las formas de ayudar tengan un proceso.

  Pero eso no evita que nos haya dado ternura ver las latas llenas de mensajes de aliento:
  No están solos, ánimo, Dios les bendiga; valor...

  Cajas forradas de mensajes y notas de apoyo, despensas completas que se tuvieron que abrir para reorganizar y distribuir su contenido.

  CIENTOS de carritos de super llenos que dejaban a las mesas de recepción sin respiro y al personal de limpieza con trabajo constante para retirar cajas, plástico y basura.

  Pude ver autos de todas las marcas, tamaños y estilos abrir sus cajuelas para entregar ayuda de sus trabajos, sus familias y sus grupos sociales; muchas cajas llevaban la etiqueta del nombre de las familias o empresas que las donaron. 

  Gracias a todos ellos, gracias por etiquetar los productos y no sobre cada caja.

 Encontré voluntarios de todos los niveles y aspectos; cuando terminé de comer mi arroz con frijoles vi que platicaba un inglés que vive en Azcapotzalco con uno de los chicos y le decía "yo fui bombero, por eso sé lo que son estas situaciones".

 De pronto, al regresar de la comida unas chicas y yo vimos entrar a un probable doble de Thor. Pensamos en que era momento de necesitar ayuda porque nos dolía la espalda...

  Un señor que conocí llevaba dos semanas yendo; varios tenían más de 3 días; calculo que el niño más pequeño que ví acomodando jabones y desodorantes tendría no más de 6 años; quizás el señor más grande estaba llegando a los 70 y durante las 9 horas que pude estar ahí para aprender y ayudar, habremos circulado unas 800 personas ya que los turnos eran de al menos 4 horas.

  Ha sido increíble tener este cansancio con resultados tan prometedores.

 Qué bien que el equipo de Wallmart llegó para acomodar lo que iría a albergues; estuvieron solicitados los chicos de Sport World, incluyendo a "Thor" como el hombre fuerte...

  Compartí muy buen rato con una señora que portaba su playera de HP; encontramos despensas muy buenas en cajas de Dell; varias cajas eran de fundaciones y de otros organismos que tomaban fotos a la hora de la entrega; se nos quedaban viendo como azorados de tanta gente, algunos decidían anotarse para colaborar un par de horas.

 No faltó el espacio para croquetas para perro y gato, de todas las marcas.

 Notamos que las despensas para bebés se daban el lujo de indicar si era bebé chico o grande, faltan papillas, pañales y cosas para recién nacidos.

  Todo esto no ha dejado atrás las imágenes o los videos de inundaciones; ríos desbordados, recordaban escenas del tsunami de Tailandia; pero muy a la mexicana.

  No sólo calles inundadas, sino crecidas que pocos recuerdan haber visto, el aeropuerto lleno de agua hasta las salas de registro de pasajeros; pueblos aislados y los famosos puentes de la autopista del Sol, colapsados.

  De 4 a 7 días tuvieron que esperar las personas para ir saliendo en caravanas, en vuelos de emergencia con ayuda del ejército; algunos para huir del agua dejándolo todo y otros para volver a sus trabajos fuera de las zonas afectadas.

  Si las autoridades avisaron a tiempo o no lo hicieron, si no pensaron en lo grave de las cosas hasta que desaparecieron pueblos y se bloquearon caminos... Ya no resuelve nada para quienes lo perdieron todo.

  Quizás las redes sociales obligaron a entender las cosas más pronto, o a no poder negarlo por demasiado tiempo.

 Cuando a Manuel se le ocurrió ser tormenta tropical, atravesar el país y luego ser huracán para tormar fuerza y subir al norte; se le ocurrió que todavía no quería salir del territorio nacional y que además para tener un retorno triunfal debería volver a ser Huracán.

 Dos fenómenos climáticos por cada costa del país, encontrándose en parte del centro, se convierten en huracanes y parece que juegan a ver quién puede hacer llover más.

  El agua, que es una de las fuerzas naturales del planeta más preciadas, "tiene memoria" y donde era su cause, poco le iba a importar encontrar fraccionamientos del Infonavit o el mismísimo Punta Diamante.

 Este tipo de adversidades ayudan a reconocer el valor de los pueblos y dejan ver que se puede vivir, ayudar y organizarse, sin tanto cruce de autoridades, nombres de partidos y diferencias sociales.

  Quizás la familia que abrió su alacena para compartir el resto de la despensa de su semana, sabe lo que es no tener para comer. Tal vez quienes tienen familia en alguna parte de los 26 estados donde se reportaron incidentes ayudó a enviar más comida.

  Pero el gran valor de los que dan y los que ayudan es hacer lo más que les sea posible por entregar en propia mano a quienes requieren ayuda.

 La enorme cantidad de lluvia que ha caído en septiembre se ha llevado el patrimonio de cientos de familias, las cosechas de innumerables campos; los animales de muchas comunidades y el aspecto pintoresco de bastantes lugares.

 Estar en la situación de no saber por dónde empezar luego de una tragedia, le ha permitido a muchas familias encontrarse a sí mismas y no rendirse; por eso, nos hemos contagiado de ayudar, por eso los grupos de voluntarios se han ido a partir en dos la espalda para brindar su tiempo y entregar lo mejor de sí para auxiliar a las autoridades y a los organismos que están contribuyendo en hacer algo por los demás.

 No ha cesado la ayuda, no han sido pocas las manos, pero tampoco falta la incertidumbre de tantas familias que esperan ver esas cajas.

  DONA si te es posible, sé voluntario si el tiempo te lo permite, pero sobertodo:

  DOCUMENTA en tu lugar de origen si la ayuda ha llegado; si el gobierno te la oculta o si te la vende, házlo saber. 

  La ayuda no solo son esas miles de toneladas que están saliendo en camino, sino también esos MILLONES de pensamientos positivos en donde les mandamos fuerza, valor y admiración a toda la gente que está pasando por estas situaciones.

  Todo nuestro esfuerzo es para que no pierdas la fé ni sientas que estás solo.

  Recuerda: ayudar, te libera.
  
  


lunes, 17 de junio de 2013

De piedra y espacios, la ciudad que habito

  Con la muerte del gran arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, la hermosa ciudad que adoro no será la misma sin sus obras. No es el único arquitecto que por fortuna tenemos, pero para mí y para muchos, fue el más grande.



  Desde chica admiré los monumentos, los contrastes de piedra rosa, gris y negra en las construcciones que a veces con solo mirarlas, sin saber que había adentro, uno sentía que era importante entrar. 


  Sus lugares son respiros dentro de este México inmerso en sus ejemplos de modernidad, defendiendo al mismo tiempo las construcciones coloniales y los vestigios prehispánicos.


  No hay guía de turista que no refiera al menos 5 de sus obras y que nos ponga en el mapa como ejemplos de construcciones monumentales.


  Arquitecto y urbanista mexicano, llevó a cabo la construcción de la Basílica de Guadalupe, el Museo de Antropología y el Estadio Azteca, por citar algunos. 
  Ramírez Vázquez fue responsable de la construcción de algunos de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México, entre los que se encuentran el Palacio Legislativo de San Lázaro, el Museo de Arte Moderno y la Torre de Tlatelolco entre muchos otros, siempre utilizando piedra, contrastes en las formas y bases sólidas, jugando con las inclinaciones y recordando de forma magistral el pasado de una herencia prehispánica.

  Se convirtió en Doctor Honoris Causa por la UNAM en 1995, obtuvo premios en Francia, Israel, Japón y Egipto.


   Uno de los reportajes que le dedicó el INAH lo describió como "El arquitecto que construyó para la gente". en el cual incluye su gran trayectoria y fragmentos de entrevistas que dejan ver su amor por nuestro país,  su pasión desbordada por constuir con fines sociales  y monumentales... 


  Sus espacios son para admirar la luz, para disfrutar la acústica, para encontrar siluetas serpenteantes... para caminarlas en medio de rituales y de reflexiones que pronto tomarán forma.

  Constructor de ideas y de discursos, fue el responsable de hacer realidad los pabellones que representaron a México en las Exposiciones Mundiales de Bruselas en 1958, Seattle 1962, Nueva York 1964 y Sevilla 1992.


  Un ejemplo claro de su pasión y de su arte fue el Pabellón de México en la Exposición Universal de Sevilla en 1992, con la monumental X, el gran cactus milenario, la terraza de miniaturas prehispánicas y el pasillo multicolor que dió cabida a miles de visitantes.

  En el año de las celebraciones por el Encuentro de dos Mundos, supo resaltar no solo el contenido, sino la construcción que incluso tuvo uno de los primeros jardines verticales; su gran mensaje: 


México se escribe con X...


  Ramírez Vázquez ha sido considerado "padre de la arquitectura moderna de México", nació en la ciudad de México, el 16 de abril de 1919, realizó sus estudios de arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y falleció el mismo día en el 2013.


  Fue presidente del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada en 1968; se convirtió en el primer rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y fungió como secretario de Asentamientos Humanos y Obras Públicas entre los años 1976 y 1982.

  Desde la Torre de Mexicana, hoy en día Torre de Axxa, hasta los 15  mercados como el de la Lagunilla y Tepito, el arquitecto se concentró en darle espacio, luz y uso a sus construcciones.
  Otras obras relevantes de Ramírez Vázquez al interior de la República fueron la remodelación del Museo Amparo, en Puebla; las catedrales de Nezahualcóyotl y Villahermosa. 

En el extranjero, el mexicano fue el encargado de la capilla de la Virgen de Guadalupe, en Roma; el proyecto del Museo de Louvre, en París; el Museo de la Cultura Nubia, en Aswán, Egipto, entre otros. Por eso se le considera padre de la Museografía al diseñar espacios narrativos y no sólo meras estanterías sin discurso.
  También fue responsable de la embajada de México en Japón.

  Su legado es parte de nuestra memoria y de aquellos que a través de sus múltiples construcciones, descubren que le gustaba ir más allá de estilos y técnicas de construcción, habló, demostró y dictó normas sobre cómo crear espacios de convivencia.

  En el caso del estadio Azteca, aplicó la panóptica que permite poder visualizar toda la cancha desde cualquier asiento.

Por si fuera poco él diseñó el logotipo de Televisa en 1973.


Uno de mis museos favoritos es el del Templo Mayor, que terminó en 1987.



Me gusta la fuente de Antropología donde mojarse sin que te regañen los polis es un reto.
 
 Adoro al Dios Murciélago con fragmentos de sangre que vive en el Templo Mayor.

  Soy testigo de la devoción que miles de ojos le muestran a la Guadalupana en su segunda casa.

 Las grandes finales de fútbol y los conciertos vividos en el Azteca me hacen latir.

  Las leyes, los acuerdos y los secretos que hay en San Lázaro tienen espacio y piedras junto a letras de oro...

  Porque sus obras me enseñaron a amar esta ciudad y a caminarla, le quiero y le extrañaremos señor arquitecto; acá seguimos, los que nos podremos descubrir una y otra vez en este andar...


  La ciudad que habito le tiene presente como padre de recintos donde viven las historias y momentos de muchos, en donde hay una y más de sus obras que nos hacen recordar:

  Aquí pertenecemos.




jueves, 25 de octubre de 2012

Call me a spaceman


  Aún me sorprendo de cuánta energía me había perdido por dejar de lado la música.

  Todavía me felicito por tantos cambios que he logrado para enfocarme en volver a ella.

  También ha sido un 24 de Septiembre cuando las cosas empezaron a cambiar. ¡Gracias!


  Llegaron canciones nuevas, propuestas diferentes y beats mucho más veloces.

  Rebasé la meta para disfrutar de principio a fin de la Tierra del Ensueño 2012,  nuestro Dreamland no ha terminado.

  Me he regalado amigos, música llena de energía y nuevos ataques de ansiedad

  Que cada nuevo rave nos entregue felicidad,
      Que logremos estar como uno solo durante cada set en vivo.
          Que superemos las noches y lleguemos al amanecer llenos de fuerza

No nos falta nada, sólo un corazón latiendo.


   Gracias por esta nueva dosis de vida, por estas ganas renovadas de latir y por esas noches donde dormir soñando con nuevos y más duros estilos, se ha vuelto tan frecuente.

Por fin camino feliz por las calles, escuchando canciones en vivo y versiones Full HD

Que cada Qlimax dure un infinito…

Que haya fuerza, energía, tiempo, espacio, amigos y sueños cumplidos para alcanzar a

La Tierra  del Mañana 2013


  Esto que hemos creado tiene un futuro enorme, habrá choques de emociones y de ideas; mientras la finalidad siga siendo disfrutar la música, encontraremos el tiempo y el modo de seguir.

Nunca es tarde para vivir el momento y rendirse al escuchar…

    We go like hands up people get with the show,
        We’ re taking over people lose control
            And that’ s my DJ reaching my soul, 
     And for the stars my people we never fall…
             Yes i’ m an alien, when i’ m touching the earth
                 Call me a spaceman, when i travel the universe….

Mientras tanto mi madre sólo atina a preguntar:

    – ¿Y ahora por quién suspiras tanto?